sábado, 25 de febrero de 2012

Teoría del Túnel, Julio Cortázar

Lecturas imprescindibles para escribidores sumergidos por la estructura, hiperrealistas crónicos y por que no, críticos literarios.


Inmiscuirse en la obra crítica primera de Cortázar, resulta una refrescura con notas de comienzo, un cambio de algo más que pieles y un volver pero sin perder el esqueleto u olvidar el camino andado en el intento, y aunque las apreciaciones siempre distarán unas de otras según el receptor, estas líneas van desarrollandose con total alegría, resultado de mezclar esa liberación casi palpable que otorga el autor en su ensayo y la intactitud propiamente dicha llamada experiencia, que cargaremos por siempre.
Invito entonces a quien guste, a disfrutar del texto, y no solo se resuma a leer y quizá analizar, sino que a su vez,  libere esa pluma para hacer de esta crítica analítica y manifiesto literario también un ejercicio experimental.

Con apenas quince páginas leídas ya comenzaba a sentir mis dientespalabras de leche volver a caer, y claro, no resultará absolutamente nada para quienes no pueden aún hallar detrás de cada grieta la ventana de posibilidades que con decencia se abre a la vez que inyecta anticuerpos y desprende permisos para toboganear expresiones una vez y otra mas.  Así van llegando los conceptos, de la mano, con las ganas de garabatear en el escaparate de los moldes aprovechando la norutina. Esa idea más o menos es la que se va implantándo a lo largo de este proyecto y que poco a poco por puro disfrute iré compartiendo.

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